jueves, 22 de enero de 2009

Obama: Política 2.0

Es lógico que es necesario hablar de la llegada de Barrack H. Obama al poder en EE.UU. Va sin decir que es un hecho histórico y que es el primer afroamericano en esa posición, que es un hito en la histora de derechos humanos y la lucha contra el racismo y que por fin, POR FIN, se va Mr. W a su rancho en Texas a jugar con sus perros y a leer libros al revés.

Pero yo no quiero hablar de Obama solamente por el hecho de que es un negro en el poder, ni porque es un momento de cambio en la historia de EE.UU. Lo que más me interesa de Obama es el calibre de político que es y el ejemplo que le da al mundo de cómo se debe hacer política.

Más allá de sus características como persona, Barrack Obama es un político de nueva generación, un respiro de aire fresco a la hora de hacer política. Fue esa la principal razón por la que yo sentí afinidad con él y se vio aún más fuerte cuando su contraparte, John McCain, mostraba una actitud de "más de lo mismo" en cuanto a sus políticas, su oratoria y su desplante.

Lo que me llama la atención de Obama es su actitud hacia la política y hacia las personas. Lo que rescato de ella es su falta de glorificación de su estatus como político, es decir, no actúa como que fuera "un Político", sino que se muestra como un hombre preocupado por su país que quiere acceder a poder para solucionar problemas. Porque, al final, eso es lo que realmente es un político; una persona que busca poder para llevar a cabo acciones que beneficiarán a la nación a la que pertenece. O, al menos, eso es lo que debería ser un político.

Quisiera tanto que pudiera surgir una nueva camada de políticos chilenos que fueran algo como Obama. No por su increíble retórica o por su historial de servicio, sino por su habilidad de ser un hombre natural y sincero a la hora de hacer política y que realmente quiere trabajar por su país. Eso ya me quedó claro con estos primeros días de su mandato, donde ya está tomando grandes decisiones como cerrar Guantanamo y buscar dialogar con los países de Medio Oriente. Obama ve a su país siendo vilipendiado por el mundo y realmente quiere remediarlo y hacer lo que se tiene que hacer. ¿Es acaso tan difícil saber hacer bien la pega de uno?

Así que gracias Barrack por tu ejemplo de liderazgo y de nueva política, no tanto por las ideas, sino por la actitud. Gracias por no abandonar tu BlackBerry y por ser capaz de equivocarte en las palabras del juramento de puro nervio. Gracias por quedarte horas hablando con personas que ni conocías cuando estabas en campaña, no para ganar su voto, sino porque tenían un problema y querías realmente encontrarle una solución. Gracias por ser un político que no tiene una esposa de adorno sino que bailas con ella, la abrazas y eres coqueto con ella en público (la palmadita de Bush en el trasero de su vieja señora no cuenta, eso fue hasta despectivo). Gracias por no dejarte intimidar por las expectativas de TODO el mundo que te está mirando, por ser capaz de decir "no tengo todas las respuestas, me voy a equivocar, ténganme paciencia", por realmente querer hacer las cosas bien, informarte, trabajar de verdad, leer muchos informes, oír muchas opiniones de muchos bandos distintos, por finalmente decir que uno de los credos de EE.UU es ser no-creyente, por no sucumbir al populismo que podrías usar por tu raza y el rol que cumples con eso y por ser, simplemente, tan buena onda.

Políticos chilenos (y del mundo): tienen ahora la vara alta. Pónganse las pilas y generen una nueva camada de políticos que puedan finalmente convencerme de que vale la pena ser un ciudadano en este país!! ¿Es mucho pedir?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tienes toda la razón, toda la magia está en su actitud.